jueves, 18 de octubre de 2012

De los Nudos y las Probabilidades.



I
Senos parnasos, mirada profunda,
fecunda la razón ¡por favor!.
Angustiosa naturaleza la tuya,
despreciable como un político,
como un fruto no prohibido,
como un lunes de verano.

II
Ése misterio inefable,
esa aurora que bordea mis manos
distantes. Con las que ya no
habrá contacto alguno,
ninguno la observó detenidamente,
es común, es real, es de uno.

III
¡Animal racional!; ¿Animal racional?.
lo mejor sería dormir sin pensarte,
soñar sin dormir, pensarte dormido
y por último, pensar sin pensarte...
Digo: pensarte sin pensar
o, hasta donde me den las matemáticas.



A quien le interese.

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