lunes, 18 de junio de 2012

Revolución Literaria




Realmente la Literatura Universal compone todos los libros, por más recónditos o reconocidos títulos y autores, Sin embargo creo que la oportunidad a textos de significativa índole literaria está comprimida a "la Editorial y al boca a boca".

Es simple, la Editorial dispone que libro se vende y que libro no, donde el capital es el mandamás del proyecto, al contrario del boca a boca o lenguaje coloquial que es gratis, en términos mas objetivos hace que el libro más no el autor se venda como pan caliente.

Varios factores intervienen en la propagación: estudios de publicidad, estrategia de marketing, renombre y dinero es lo que "analizan" los encargados de las relaciones públicas.

Sin duda autores mediocres es lo que más se lee en esta en esta «civilización de espectáculo», libros de superación disfrasados de novela envuelven al lector (quien se siente culto) en un mundo totalmente banalizado, absurdo y trágicamente alarmante con un desenlace tan predescible pauperrimo y color de rosa. Las novelas, ensayos relatos o, poesía de Albert Camus, Leon Tolstói, Hermman Hesse, Michel Focault, Charles Baudelaire  y cientos de autores que plasmaron su obra con un «fin objetivo», el de alumbrar mentes, proponer nuevas perspectivas útiles y nutrir pensamientos vírgenes, ahora son aplastados por embaucadores que se autodenominan "superadores", "amigos de la verdad", "libres".
Si la señora (si se la puede llamar así) Rhonda Byrne,autora del libro "The Secret" encargada de vender una mentira tan ilógica como crear una fantasía, desafiando las normas de la  «realidad social» en la que vivimos, leyera esto, (cosa bastante improbable) aseguro que no sabría distinguir un buen autor por su evidente incapacidad y conformismo Literario. Hay varios de estos como Carlos Cuauhtemoc Sánchez, Robert Fhisher, Daniel Goleman, Wayne Dier y de ésta basura sí que hay una infinidad, pero cómo no habría de ser así, si en esta sociedad el facilismo es una de las varias armas de destrucción masiva, hoy por hoy «la cultura es diversión y lo que no es divertido no es cultura», el lector cree ser listo y estar a la vangaurdia con un ínfimo esfuerzo intelectual, en fin y para ser más claro; éstos "pseudo-escritores" propagan, el conformismo, la mediocridad, la autosatisfacción, y el complejo de superioridad, como un virus letal, y lo peor de todo es que se sigue consumiendo como todas las modas.

Un punto final a este breve ensayo que de pronto no sea relevante pero es interesante: por cada libro que se vende de José Saramago, venden aproximadamente cien ejemplares del "señor" Paulo Coelho, es tal vez el hombre más emblemático de esta "Pseudo-Revolución Literaria".

A quien le interese.